lunes, 21 de abril de 2014

10 estrategias de manipulación mediática

Este blog es sobre ESTRATEGIA (entre otras cosas), y con esta entrada queremos leerlos, y que nos cuenten qué opinan de estas 110 estrategias que propone Noam Chomsky. Todos los días escuchamos personas diciendo que los medios masivos nos manipulan, bueno, pues aquí les compartimos cómo lo hacen, según Chomsky. ¿Han sentido el poder de alguna de estas estrategias?



Vanguardia, Publicado el Sabado, 19 de Abril del 2014

Noam Chomsky, prestigioso lingüista norteamericano, elaboró una lista de diez estrategias que habitualmente utilizan los medios masivos de comunicación del sistema hegemónico mundial. 
Es útil conocer y reflexionar sobre ellas para tener en cuenta a la hora de ver, leer y escuchar. Son las siguientes: 

1. La estrategia de la distracción. 
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones (problema-reacción-solución). 
3. La estrategia de la gradualidad. 
4. La estrategia de diferir. 
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. 
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. 
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. 
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. 
9. Reforzar la autoculpabilidad. 
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. 

Veamos algunas de ellas en qué consisten.  
1) La estrategia de la distracción: es el elemento esencial del control social. Consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas mediante la técnica del "diluvio" o "inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes". Dice Chomsky que esta estrategia es indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales en el área de las ciencias, como la economía, la sicología, la neurobiología y la cibernética. Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar. De vuelta a la granja como los otros animales. 

3) La estrategia de la gradualidad: para hacer que se acepte una medida inaceptable basta aplicarla gradualmente, a cuenta gotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas, como el neoliberalismo, fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990; Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes. Tantos cambios, que si hubiesen sido aplicados de una sola vez, hubieran provocado una revolución. 

5) Dirigirse al público como criaturas de poca edad: la mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discursos, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante, porque si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella - la persona - tenderá con cierta probabilidad a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad. 

7) Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad: hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores, sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores. 

9) Reforzar la autoculpabilidad: hacer creer al individuo que es solamente él, el culpable por su propia desgracia por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo cual genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. 

Y sin acción, no hay revolución. Amigo lector: Es recomendable conocer las diez estrategias y comprobar la verosimilitud de ellas mirando y escuchando el contenido de los programas de televisión, escuchando los programas radiales y leyendo los periódicos escritos. Usted mismo sacará sus conclusiones. 

Aníbal Amado Nunes. Miembro de la Sociedad de Economía Política del Paraguay 


jueves, 3 de abril de 2014

Las 4 preguntas clave del Planning o Estrategia de Comunicación

En esta oportunidad Cristina Quiñones nos explica cuatro preguntas que hacen parte de todos los procesos de comunicación estratégica, si bien no como preguntas sino como fases, siempre tendremos que saber de dónde venimos y hacia dónde vamos, para poder establecer un camino de cómo llegar hasta dónde queremos llegar. Estrategia no es proponer ideas aleatorias según se nos van ocurriendo, estrategia es tener la capacidad de analizar un entorno cambiante y poner a la "empresa" en el mejor escenario para alcanzar los objetivos. ¿Qué más es estrategia?

03/04/2014

Desde que tengo uso de razón, me  gustó el juego del ajedrez, un poco por mi padre (Maestro Internacional en el juego de los 64 escaques) y  un poco por mi propia competitividad. Siempre quise ganar, competir o desafiar. Esto significó que desde muy temprana edad me inclinara por estudiar la conducta humana aplicada al marketing; que para mí no era otra cosa que saber qué fibra humana mover, para generar una respuesta (de consumo), en otras palabras: persuasión. La capacidad de hacer que la gente haga algo en el sentido que tú quieres que haga. Tal vez sea esta mi definición (personal) de estrategia. Esto me llevó a interesarme en la psicología humana como área de interés durante mis años de publicista, y pronto llegar a la comprensión que la estrategia de comunicación con conocimiento humano era aún más poderosa o efectiva. Saber de personas era tan o más importante que saber de marcas!


Mis Libros de Estrategia e Insights Favoritos

Sobre estrategia y otras yerbas

Estrategia según el diccionario significa XYZ. Aplicado al terreno del marketing y la comunicación la estrategia consiste en determinar los objetivos y caminos que deberá tomar una marca en el tablero de ajedrez, adelantándose a la competencia, avanzando a paso firme, y logrando hacer el jaque-mate que defina el juego. Esto supone una gran capacidad de observación y análisis del entorno, conocimiento del competidor e industria, y sensibilidad para responder a los mandatos del ambiente/consumidor más allá de lo previsible/evidente.

En el marketing como en la vida, una capacidad de planeamiento y previsión ayudan a avanzar más rápido y mejor. La pura intención no basta. Hace falta conocimiento, y en este último punto radican las diferencias. Lo que hace que la flecha de en el bull no es la rapidez sino la dirección, el saber a dónde y cómo dirigirla. 

Es decir diferentes miradas del planeamiento estratégico de marcas. Pero más allá de las diferencias en modelos o herramientas, hay 4 preguntas básicas que debemos plantearnos y que nos dan, de algún modo, ventaja. Estas 4 preguntas reproducen la escencia de la estrategia: dirección y movimiento.

Las 4 preguntas estratégicas de la Estrategia Comunicacional

1. Donde estuvimos ayer: el derrotero de la marca. Su historia. Sus raíces. Su fuerza. Siempre hurgando en el pasado se puede detectar las columnas vertebrales del presente. Una marca como Palacio del Hierro en México fundamenta su actual posición de liderazgo en la orientación a la moda y su personaje-ícono Madame XYZ, una marca que nació con la idea de la sofisticación en el diseño, formas y estética, nos hace ver que probablemente estos deban seguir siendo los pilares del éxito hoy. 
La comunicación de la marca debería tener en cuenta estos atributos fundamentales. Pero también revelarlos/confirmarlos con el consumidor. No siempre lo que los dueños de marca asumen como sus hitos clave, lo son, o siguen siendo válidos hoy. Pregunta clave: ¿Qué hicimos bien en el pasado que deberíamos seguir haciendo?

2. Dónde estamos hoy: ¿qué hemos logrado hoy? ¿dónde estamos en el tablero de ajedrez? Es decir que ubicamos tenemos frente a la competencia, frente al consumidor y frente a la industria. Qué territorio hemos conquistado! Y lo que aún nos falta por conquistar. Aquí es muy importante entender que no basta mirar las oportunidades sino las falencias con honestidad y humildad. 
A veces los puntos críticos son grandes gatilladores de oportunidades si miramos bien. Una marca de precio bajo puede  ser percibida como en exceso “simple o carente de valor” pero también podría darle la vuelta al concepto y comunicarlo como virtud: “menos es más”, “descomplicado”, “ver la vida SIMPLE”. Esto es convertir una falencia en oportunidad. Pero para ello no solo debemos agudizar la mirada (básico!) sino en ejercicio de humildad profesional acudir a consumidores, clientes, compradores o intermediadarios para conocer su opinión y “planear el escenario” desde una perspectiva amplia. 
En mi experiencia profesional como consultora he sido testigo que la mayor dificultad del gerente de marcas esta justamente allí: en ver lo que su mercado SI ve; en revelar lo que se oculta tras el legítimo orgullo o respeto a su propia marca. Las marcas son como hijos, si no los miras desapasionadamente no podrás corregirlas a tiempo y gestar grandes legados en el futuro. Moraleja: no mires a tu marca como hijo, míralo como vecino! Es decir, con una mirada menos apasionada pero tal vez más auténtica. Pregunta clave: ¿Qué estamos haciendo bien hoy, mejor que la competencia y de manera relevante/visible para el consumidor?

3. Dónde queremos estar mañana: ena vez que detectaste donde estuviste ayer y donde estas hoy, la marca tiene que trazar su camino futuro, y esta es la parte más decisiva de todos. Las 2 etapas previas son en parte diagnósticas, pero ésta pregunta requiere gran nivel de destreza y agudeza. Para que un ajedrecista sepa qué jugada mover, ha estudiado bien a su competidor y la posición actual de ambos en el juego, sabe además, qué movimiento llegará más rápido a la meta y de forma más efectiva, incluso “sacrificando” algunas piezas. Si hay algo que yo admiro más del estratega es esto último: desprenderse de lo que no sirve, para potenciar lo que si hace. Y esta capacidad de desprendimiento no es usual. Cuesta. 
Una marca debe ser capaz de enfocar y acotar su propuesta de valor.  Ahora, es obvio que no puedo saber dónde estar mañana si no estudio los posibles territorios o movimientos previsibles. En el terreno del marketing, a menudo esto supone mucho benchmark en la industria, mirar casos de éxito en industrias locales e internacionales, realizar una prospección con consumidores clave, talleres de brainstorming productivo con el cliente (para entender sus expectativas como también visión a futuro para con la marca); y mucho pero mucho instinto. En el caso de la marca de estética de precio bajo que mencionábamos líneas arriba, es posible re-dirigirla hacia un territorio de “belleza descomplicada” en lugar de “mercado de valor” (eufemismo para dirigirse a marcas de bajo precio). 
En el primer caso ampliamos la categoría al incluir una dimensión no considerada o tradicional en la industria, y por tanto con potencial de desarrollo (Belleza como Simplicidad y no Sofisticacion); mientras que en el segundo caso seguimos mirando al consumidor desde el bolsillo y desde las ventas (tácticamente y no estratégicamente). Donde creen que habrían más oportunidades de desarrollo? En qué posición la marca ensancha sus horizontes, su potencial de ventas y su poder de reinvención? En qué territorio el consumidor adjudicará mayor valor a la marca? ¿En cuál territorio la marca tiene mayor credibilidad y por tanto, opciones de desarrollo futuro?. ¿Cuál territorio es únicamente adjudicable por mi marca y no tanto asi por mi competencia? Estas preguntas nos ayudarán a verificar qué camino elegir. Pregunta clave: ¿En qué negocio estuve hasta ayer y en qué negocio quiero estar ahora?. En mi experiencia esta pregunta es CLAVE y no siempre del todo clara para los dueños de marcas/empresas.

4. ¿Qué tengo que hacer para llegar allí?  Esta es la última pregunta del planeamiento estratégico y señala una de las fuerzas más poderosas de la naturaleza estratégica del marketing: las herramientas con las que voy a pelear, los tipos de movimientos o jugadas a hacer en el tablero de ajedrez. Hay muchos y varios. Se estudian. No se improvisan. Se ensayan. No se actúan. Se avizoran y planifican con tiempo, no se lanzan simplemente. 
Si mi estrategia es poder actuar como artículo de estética en el territorio de la “Belleza Descomplicada” tengo que replantear qué tipo de forma estética tendrá mi producto (tal vez formas geométricas sencillas, con colores sólidos y gráfica minimalista?), qué tipo de distribución tendrá (tal vez en lugares más accesibles/domésticos y “cotidianos” como vendomáticas o tal vez displays especiales en bodegas); qué tipo de comunicación puedo tener que conecte a la marca con el territorio “descomplicado” (finalmente no estoy vendiendo artículos de limpieza sino libertad), etc. Las estrategias y tácticas vienen aquí, de forma que el Insight del consumidor cobre vida y se accione en propuestas concretas.